Identificamos al Alcalde Aquiles Alvarez como homofóbico

Por Revista Ecuador LGBT+
20 de junio de 2025

Guayaquil, la ciudad que se autoproclama inclusiva, está enviando un mensaje preocupante a la comunidad LGBT+: por tercer año consecutivo, el Municipio, liderado por el alcalde Aquiles Álvarez, ha negado al Orgullo Guayaquil el uso del Parque Centenario para su festival “Del Amor, la Diversidad y el Respeto que Transforma”, programado para el 28 de junio de 2025. En su lugar, la comunidad ha sido relegada, una vez más, a la diminuta Plaza Colón, un espacio incapaz de contener la magnitud del evento LGBTI+ más grande y vibrante de Ecuador. Esta decisión, comunicada con sospechosa tardanza el 17 de junio, tras cinco meses de espera, no solo limita la visibilidad de la comunidad, sino que reaviva las sospechas de homofobia institucional en la gestión municipal. ¿Está Guayaquil perdiendo los derechos conquistados por la comunidad LGBTI+?

Un Patrón de Obstáculos: De 2023 a 2025

La lucha por los espacios públicos en Guayaquil no es nueva para la comunidad LGBTI+. En 2023, el alcalde Álvarez intentó bloquear la marcha del Orgullo en el centro de la ciudad, alegando preocupaciones de orden público. La respuesta de la comunidad fue contundente: una sentencia de la Corte Provincial del Guayas respaldó nuestro derecho a marchar desde el Malecón Simón Bolívar, por la avenida 9 de Octubre, hasta el Parque Centenario. Aquella victoria judicial fue un hito, un recordatorio de que los espacios públicos pertenecen a todas, todos y todes. Sin embargo, la negativa persistente de permitir el festival en el Parque Centenario —un lugar que albergó el evento entre 2017 y 2022— sugiere que la batalla está lejos de ganarse.

El 24 de enero de 2025, el Comité Organizador del Orgullo Guayaquil presentó una solicitud formal para realizar tanto la marcha como el festival en el Parque Centenario, un espacio emblemático que simboliza el corazón de la ciudad. A pesar de esta petición temprana, el Municipio demoró más de cuatro meses en convocar una reunión, el 4 de junio, y solo el 17 de junio emitió el oficio DGUEVP-7964-2025, autorizando la marcha en el recorrido solicitado, pero insistiendo en que el festival se realice en la Plaza Colón, como en 2023 y 2024. Esta respuesta tardía, a apenas 11 días del evento, dejó al Comité sin tiempo para reaccionar o apelar. ¿Es esta demora un descuido administrativo o una estrategia deliberada para asfixiar la organización del Orgullo? La historia reciente apunta a lo segundo.

Plaza Colón: Un Espacio que Asfixia el Orgullo

La Plaza Colón, asignada por el Municipio para el festival, es un lugar claramente insuficiente. Con un espacio limitado, no puede acoger a las miles de personas que cada año se reúnen para celebrar la diversidad con música, discursos y performances. En 2023 y 2024, la comunidad LGBTI+ hizo esfuerzos titánicos para adaptar el festival a este lugar, pero la saturación fue innegable: la tarima apenas dio abasto, el sonido no alcanzó a todo el público y la falta de espacio restó impacto a un evento que merece brillar en el corazón de Guayaquil. El Parque Centenario, en cambio, ofrece la amplitud y la visibilidad que el Orgullo Guayaquil necesita, además de un simbolismo que conecta con nuestra lucha por la igualdad.

La Avenida 9 de Octubre: Libre para Todos, Excepto para Nosotres

La negativa del Parque Centenario contrasta escandalosamente con la libertad con la que otros eventos han ocupado este espacio y la avenida 9 de Octubre. En octubre de 2024, Guayaquil celebró sus 204 años de independencia con un pregón cívico, una unción cívica con ofrenda floral y una sesión solemne, todos realizados en el Parque Centenario y la avenida 9 de Octubre sin restricciones. Concentraciones religiosas, como eventos evangélicos con tarimas, pantallas LED y sistemas de sonido masivos, también han tomado estos espacios sin inconvenientes. Carreras deportivas y desfiles, como la “Ruta de la Perla” y otras actividades patrocinadas por el Municipio, han usado el Parque Centenario como epicentro, sin que se cuestionara su impacto en el orden público. ¿Por qué, entonces, se le niega sistemáticamente a la comunidad LGBTI+ el mismo derecho? La respuesta es difícil de ignorar: la administración de Aquiles Álvarez parece tener una agenda que margina a nuestra comunidad.

¿Homofobia en el Corazón del Municipio?

La demora en responder —cinco meses desde la solicitud inicial— y la asignación reiterada de la Plaza Colón no pueden verse como meros trámites burocráticos. En 2023, el intento de bloquear la marcha ya levantó sospechas de homofobia en la gestión de Álvarez, y la negativa actual al Parque Centenario refuerza esta percepción. La autorización preliminar del 17 de junio, que requiere aún la entrega del Acta de Compromiso (pese a que el Plan de Contingencia ya fue presentado el viernes pasado de junio ante SEGURA EP), parece diseñada para limitar la capacidad del Comité de responder o buscar alternativas. Esta táctica, combinada con el acceso privilegiado que otros eventos tienen al Parque Centenario, sugiere una discriminación institucional que no podemos tolerar.

La comunidad LGBTI+ de Guayaquil está perdiendo terreno en sus derechos. El Parque Centenario no es solo un espacio físico; es un símbolo de visibilidad y pertenencia. Relegarnos a la Plaza Colón es un intento de mantenernos en los márgenes, de reducir nuestra presencia en una ciudad que debería celebrar la diversidad. Cada negativa es un paso atrás en la lucha por la igualdad, un recordatorio de que, a pesar de las victorias judiciales de 2023, la homofobia sigue encontrando formas de manifestarse en las decisiones municipales.

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